A lo largo de la historia, el hombre en su proceso evolutivo en cuanto a su supervivencia, la alimentación siempre ha sido su gran objetivo, buscar y hallar alimentos. Y nuestros ancestros en base a la observación han ido descubriendo el abanico de los alimentos que nos ofrece la naturaleza. Como por ejemplo los grupos sanguíneos se han determinado entre otros factores por los tipos de alimentos ingeridos, los de grupo O comen más verduras y otros grupos más carne etc…
Más recientemente, la muerte por escorbuto por la carencia de vitamina C en la época de los conquistadores… Hemos ido aprendiendo y confirmando la importancia de determinados alimentos para nuestra salud y supervivencia.
Llegando a nuestros días, valoramos cómo hemos aumentados la esperanza de vida gracias a la alimentación y su base nutricional, y otros elementos por supuesto. Pero insistir en la pérdida de calidad por los actuales estados carenciales por nuestra sociedad moderna con los cultivos extensivos, pesticidas, contaminación etc., con los aumentos de somas y procesos nosológicos que merman muy significativamente nuestra calidad de vida, obesidades mórbidas y latentes, cansancios crónicos, defensas bajas con exposiciones a procesos víricos e infecciosos, aumentos de cánceres etc..
La sociedad va despertando y dándose cuenta de lo vital e importante que empieza a ser el SER Y ESTAR y dar respuesta a estos desequilibrios y carencia manifiestas y evidentes.
La vida que tenemos en la actualidad en unos aspectos hemos ganado en higiene, prevención, nutrición, etc. Pero en lo que llamamos equilibrio celular vital, nuestro micro mundo dentro del macro mundo, ese equilibrio de lo externo con lo interno desde el punto de vista bioquímico, físico y espiritual lo hemos alterado muy significativamente y aquí llegamos al concepto de Salud, ese estado psico-físico armonioso y vital, donde el elemento nutricional juega un papel primordial y esencial.
De esta forma seguimos padeciendo esa contradicción nuestro estilo de vida, resintiéndose nuestro organismo con carencias mencionadas y costes psico-fisicos añadidos innecesariamente y en muchos casos lamentablemente graves.
Hay que cultivar el SER y ESTAR en las mejores condiciones físicas y aprovechar los resortes a nuestro alcance para tener la mejor calidad de vida y condiciones adecuada para enfrentarnos a la Vida en todas sus vertientes.
En resumen tenemos que contemplar que no hay más salida que buscar la armonía y equilibrio entre la Naturaleza y nosotros.
La nutrición es clave en este esquema vital, insistiendo en nutrición no alimentación que no contempla adecuadamente los nutrientes para dar respuesta a todos las situaciones o estados carenciales.
Las dietas equilibradas en patrones principales como regular nuestro PH, evitando la acidificación y dotar nutrientes antioxidantes, favoreciendo el efecto antioxidativo, nutrientes reparadores y regeneradores del cuerpo celular y tejidos, nutrientes vehiculizadores del entramado bioquímico e interconectados en el campo de la reacción y contrareacción del metabolismo para ello es importante poder dotar y facilitar a nuestra salud de complementos nutricionales para que puedan aportar estos equilibrios para la prevención y protección de nuestra salud.
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